Venta ilegal de productos adelgazantes con sustancias peligrosas
La preocupación crece en toda España ante el aumento alarmante de productos adelgazantes vendidos de forma ilegal que contienen sustancias potencialmente letales. En operativos recientes llevados a cabo por la Guardia Civil y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), se han identificado suplementos «naturales» que, en realidad, ocultan ingredientes como derivados de metanfetamina y sibutramina, una sustancia retirada del mercado europeo en 2010 por sus graves riesgos cardiovasculares.
La mayoría de estos productos se comercializan en internet, redes sociales y tiendas no reguladas, bajo nombres atractivos y promesas rápidas de pérdida de peso. Sus etiquetas, engañosamente inofensivas, omiten los verdaderos componentes o los camuflan con términos técnicos ininteligibles para el consumidor medio. En otros casos, mensajes publicitarios indicando la garantía de una pérdida de peso de hasta 20 kg en un mes.
Supresión del apetito a precio de salud
El mecanismo de acción de estos compuestos consiste en suprimir el apetito y aumentar la sensación de saciedad, lo que lleva a una menor ingesta calórica. A corto plazo, pueden parecer efectivos, pero su uso prolongado o sin supervisión médica puede desencadenar efectos adversos devastadores. Médicos y farmacólogos alertan sobre un patrón creciente de pacientes que llegan a urgencias con arritmias, hipertensión severa, ansiedad extrema y, en algunos casos, accidentes cerebrovasculares.
“Estamos viendo a personas jóvenes con eventos cardiovasculares que normalmente solo esperaríamos en pacientes de mayor edad con factores de riesgo claros. Cuando investigamos, muchos han estado tomando productos para adelgazar comprados por internet”, explica el doctor Luis Bernal, cardiólogo del Hospital Universitario de La Paz, en Madrid.

El regreso de la sibutramina
Uno de los ingredientes más preocupantes es la sibutramina, prohibida por la Agencia Europea del Medicamento tras demostrarse que aumentaba significativamente el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, ha reaparecido camuflada en cápsulas vendidas como “herbales” o “100% naturales”. En algunos análisis de laboratorio, también se han detectado compuestos anfetamínicos que podrían tener vínculos con el narcotráfico.
“Estos productos son un cóctel químico impredecible. No tienen control sanitario y su origen muchas veces es desconocido. En el mejor de los casos no funcionan; en el peor, pueden matar”, advierte Carmen Requena, portavoz de la AEMPS.

La presión social y los estándares estéticos
El auge de estos productos también refleja una presión social cada vez más intensa por alcanzar cánones de belleza imposibles. En redes sociales proliferan influencers que promueven pastillas milagrosas sin declarar su composición, ni las posibles consecuencias para la salud.
La AEMPS ha iniciado campañas para informar a la población y rastrear la distribución ilegal, pero las autoridades reconocen que se trata de una lucha compleja en un mercado digital que se reinventa con rapidez. “Cada vez que cerramos un canal de venta, aparecen tres más”, lamentan fuentes del cuerpo policial.
Un llamado urgente a la responsabilidad
Mientras tanto, los expertos insisten en que no existen atajos seguros para perder peso. Una alimentación equilibrada, ejercicio físico regular y asesoramiento profesional siguen siendo la única vía respaldada por la ciencia. Y recuerda que comprar medicamentos fuera del canal legal correspondiente, aparte de ser ilegal te puede llegar a costar la vida.