Nota Informativa

Estas son algunas de las preguntas más comunes que realizan las personas que viven con obesidad y/o que se han de someter a una futura intervención bariátrica, pero cada caso de obesidad es único, por lo que es fundamental que los pacientes consulten con un médico para obtener una orientación personalizada sobre el tratamiento y manejo de su condición.

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cirugía

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generales

PREPARACIÓN

La obesidad es una condición compleja que puede ser influenciada por una combinación de factores genéticos, ambientales, metabólicos y conductuales. Entre los factores más comunes se incluyen una dieta desequilibrada, falta de actividad física, factores genéticos que afectan el metabolismo, estrés, trastornos hormonales y ciertos medicamentos.
La obesidad se mide principalmente utilizando el índice de masa corporal (IMC). Si tu IMC es igual o superior a 30, se considera que tienes obesidad. El IMC se calcula dividiendo tu peso (en kilogramos) entre tu altura (en metros) al cuadrado. Sin embargo, el IMC no mide la grasa corporal directamente, por lo que también es importante considerar otros factores como la distribución de la grasa y la salud general.
CALCULA TU ÍNDICE DE MASA CORPORAL
Sí, la obesidad puede aumentar significativamente el riesgo de desarrollar varias enfermedades graves, como diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, apnea del sueño, ciertos tipos de cáncer, enfermedades articulares y problemas digestivos.
También puede afectar la salud mental, causando depresión y ansiedad debido a la discriminación o problemas de autoestima.
Sí, la pérdida de peso es posible sin cirugía mediante cambios en el estilo de vida, como seguir una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente y mejorar los hábitos de sueño. La clave está en establecer metas realistas, reducir las calorías consumidas y aumentar la actividad física.
En algunos casos, un médico puede recomendar medicamentos para ayudar en el control del peso.
El tratamiento para la obesidad depende de la gravedad de la condición y de las necesidades individuales del paciente. Para muchas personas, cambios en la dieta y en el estilo de vida son suficientes para lograr una pérdida de peso saludable. Sin embargo, en casos de obesidad severa o cuando los métodos no quirúrgicos no son efectivos, los tratamientos médicos como los medicamentos para la obesidad o la cirugía bariátrica pueden ser opciones viables.
Es importante consultar con un profesional de salud para elegir el enfoque más adecuado para cada caso.

CIRUGÍA

Existen varios tipos de cirugías bariátricas, como el bypass gástrico, la manga gástrica, la banda gástrica y la derivación biliopancreática. El cirujano determinará cuál es el más adecuado para ti, basándose en tu historial médico, el grado de obesidad y otros factores individuales. Generalmente, la manga gástrica y el bypass gástrico son las más comunes.
La cantidad de peso que se puede perder varía según el tipo de cirugía, el cumplimiento de las recomendaciones médicas y los hábitos de vida adoptados. En promedio, los pacientes pueden perder entre el 50 y el 80% de su exceso de peso en los primeros 12-18 meses después de la cirugía. Sin embargo, la pérdida de peso depende en gran medida de seguir una dieta balanceada, hacer ejercicio y adoptar un estilo de vida saludable.
Como cualquier cirugía mayor, la cirugía bariátrica tiene riesgos, que incluyen infecciones, coágulos sanguíneos, fugas en el tracto gastrointestinal, deficiencias nutricionales a largo plazo y problemas con la anestesia. Sin embargo, la tasa de complicaciones graves es baja y se minimiza cuando el procedimiento se realiza por un equipo médico experimentado.
Sí, después de la cirugía bariátrica es fundamental hacer cambios importantes en la dieta. Inicialmente, los pacientes comenzarán con líquidos y alimentos blandos, y gradualmente podrán introducir alimentos sólidos. Es importante evitar el consumo de alimentos altos en azúcar y grasa, y aprender a comer porciones más pequeñas. Además, algunos pacientes pueden necesitar suplementos vitamínicos debido a la reducción en la absorción de nutrientes.
La recuperación varía según el tipo de cirugía y el estado de salud del paciente. Generalmente, los pacientes pueden volver a sus actividades laborales leves dentro de 2 a 3 semanas. Sin embargo, actividades físicas intensas, como el ejercicio vigoroso, suelen ser limitadas durante un periodo de 6 a 8 semanas. Es crucial seguir las recomendaciones médicas y realizar un seguimiento regular con el equipo de salud para asegurar una recuperación exitosa.

POST

Después de la cirugía bariátrica, la dieta debe seguir una progresión cuidadosamente planificada. Inicialmente, se comenzará con líquidos claros, luego se avanzará a líquidos completos, alimentos blandos y, finalmente, alimentos sólidos. Es fundamental evitar comer en exceso, consumir alimentos muy grasos o azucarados, y masticar bien cada bocado. Además, se recomienda comer pequeñas porciones y hacer varias comidas pequeñas al día.
Sí, después de la cirugía bariátrica es probable que necesites tomar suplementos vitamínicos, ya que el proceso quirúrgico puede afectar la absorción de nutrientes esenciales. Los suplementos comunes incluyen multivitaminas, calcio, vitamina D, vitamina B12, hierro y ácido fólico. El equipo médico te indicará la dosis adecuada y realizará un seguimiento para verificar tus niveles nutricionales.
El ejercicio es una parte importante del proceso de recuperación, pero debes ser cauteloso y seguir las indicaciones del médico. En general, se recomienda comenzar con caminatas ligeras poco después de la cirugía para evitar complicaciones como coágulos sanguíneos. Los ejercicios más intensos, como levantamiento de pesas o deportes, pueden ser reanudados gradualmente después de 6 a 8 semanas, siempre que no haya complicaciones.
Es posible que experimentes una sensación de hambre después de la cirugía, pero con el tiempo, la capacidad del estómago se reduce, lo que limita la cantidad de alimentos que puedes consumir en una sola comida. La sensación de hambre puede estar asociada con cambios hormonales y psicológicos, pero se puede manejar comiendo porciones más pequeñas y seleccionando alimentos nutritivos. Si la sensación de hambre persiste o se vuelve incómoda, es importante hablar con tu equipo médico.
La pérdida de peso después de la cirugía bariátrica puede ser rápida al principio, especialmente durante los primeros 3 a 6 meses, cuando se pierde una mayor cantidad de peso debido a la restricción de la cantidad de alimentos que se pueden consumir. Sin embargo, los resultados varían según el paciente y su adherencia a las recomendaciones médicas. En general, los pacientes pueden perder entre el 50% y el 80% de su exceso de peso dentro de los primeros 12-18 meses. Es importante ser paciente y seguir las indicaciones médicas para mantener un progreso sostenido.

GENERALES

La obesidad es una condición médica caracterizada por un exceso de grasa corporal. Se mide comúnmente mediante el índice de masa corporal (IMC). Un IMC de 30 o más se considera obesidad. Esta condición puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades graves como diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
Las causas de la obesidad son multifactoriales e incluyen una combinación de factores genéticos, ambientales, conductuales y metabólicos. Entre las causas más comunes están el consumo excesivo de alimentos calóricos y poco nutritivos, la falta de actividad física, factores genéticos que influyen en el metabolismo, el estrés, los trastornos hormonales y ciertos medicamentos.
El IMC es una herramienta comúnmente utilizada para evaluar el exceso de peso. Se calcula dividiendo el peso en kilogramos entre la altura en metros al cuadrado. Un IMC de 30 o más indica obesidad. Sin embargo, el IMC no mide directamente la cantidad de grasa corporal, por lo que otros factores, como la distribución de grasa y la salud en general, también deben ser considerados.
Sí, la obesidad puede ser tratada sin cirugía, principalmente a través de cambios en el estilo de vida. Esto incluye seguir una dieta saludable y equilibrada, aumentar la actividad física, manejar el estrés y obtener suficiente descanso. En algunos casos, los médicos también pueden recetar medicamentos para ayudar en el control del peso. Sin embargo, para casos de obesidad severa, la cirugía bariátrica puede ser una opción.
La obesidad aumenta el riesgo de desarrollar varias enfermedades graves, como diabetes tipo 2, hipertensión (presión arterial alta), enfermedades del corazón, apnea del sueño, ciertos tipos de cáncer (como el de mama y colon), enfermedades del hígado y problemas articulares. También puede afectar la salud mental, causando depresión y ansiedad debido a la discriminación o los problemas de autoestima relacionados con el peso.