El 2 de mayo, se conmemora el Día Internacional contra el acoso escolar y el Bullying, una fecha que nos invita a reflexionar sobre una problemática que afecta a millones de niños y adolescentes en todo el mundo. En particular, aquellos que enfrentan el rechazo y la discriminación por su peso, una situación que puede tener profundas repercusiones en su bienestar emocional y desarrollo.
La obesidad en la infancia y adolescencia no solo es un asunto de salud física, sino también un tema social y emocional. Muchos jóvenes que viven con obesidad son víctimas de bullying en la escuela, en las redes sociales y en su entorno cercano. Comentarios hirientes, exclusión, burlas y amenazas son algunas de las formas en que se manifiesta esta violencia, que puede dejar heridas invisibles pero profundas.
Desde la Asociación Nacional de Personas que Viven con Obesidad (Anpo), queremos expresar nuestro apoyo y solidaridad con todos los niños y adolescentes que enfrentan estas dificultades. Es fundamental que como sociedad aprendamos a promover la empatía, el respeto y la inclusión, para que cada joven pueda crecer en un entorno seguro y lleno de apoyo.
Este día nos recuerda la importancia de educar, sensibilizar y actuar contra el bullying en todas sus formas. Todos tenemos un papel que jugar para construir un mundo donde la diversidad sea valorada y donde nadie se sienta rechazado por su apariencia o condición física.
¡Juntos podemos hacer la diferencia y crear un futuro más justo y compasivo para las nuevas generaciones!
